Voz Ciudadana
Santa Catarina, Nuevo León, 21 de febrero de 2025 — El director fundador de Casa Monarca, Luis Eduardo, advirtió que el endurecimiento de las políticas antimigratorias en Estados Unidos, implementadas durante la administración del expresidente Donald Trump, ha elevado significativamente el riesgo de que migrantes en busca de una mejor vida caigan en las redes de tráfico y trata de personas operadas por el crimen organizado.

Durante una conferencia de prensa, Luis Eduardo destacó que las restricciones en la frontera y la creciente vigilancia han llevado a muchos migrantes a recurrir a rutas más peligrosas y a contactos de dudosa procedencia, lo que los hace más vulnerables a ser explotados por organizaciones criminales. “La desesperación por cruzar la frontera ha llevado a que muchos busquen alternativas riesgosas, y eso es aprovechado por los traficantes”, señaló.
Casa Monarca, una organización dedicada a brindar apoyo a migrantes y refugiados, ha observado un incremento en los casos de personas que han sido víctimas de tráfico de personas desde que se implementaron estas políticas más severas. Luis Eduardo explicó que muchos migrantes, al no poder acceder a vías legales de ingreso, se ven obligados a confiar en coyotes, quienes a menudo son parte de redes criminales.
La situación se agrava, según el director, por la falta de información y recursos. “Muchos migrantes llegan sin conocer sus derechos ni las opciones disponibles para ellos. Esto los hace más susceptibles a caer en manos equivocadas”, advirtió.
Luis Eduardo hizo un llamado a las autoridades para que se implementen políticas más humanas y efectivas que protejan a los migrantes en lugar de ponerlos en riesgo. Además, pidió a la sociedad civil que se una en la lucha contra la trata de personas y que se sensibilice sobre la situación que enfrentan muchos de estos individuos que buscan una vida mejor.
Con el fin de abordar esta problemática, Casa Monarca continúa ofreciendo programas de atención, asesoría legal y apoyo emocional a migrantes, con la esperanza de que, a través de la educación y el empoderamiento, se puedan reducir los riesgos asociados con el tráfico y la trata de personas. La organización también trabaja en colaboración con otras entidades en la región para generar un frente común en la defensa de los derechos de los migrantes.