por: Roberto Ortiz


En conmemoración al 111 aniversario del Ejército Mexicano, nos acercamos a la perspectiva única de una mujer destacada en este ejemplar destacamento, integrada al 105 Batallón de Infantería en Frontera. Dora Elia López, dentista especializada y miembro del ejército desde hace 8 años, comparte su visión sobre la evolución y el significado de este brazo armado de México, destacando su impacto no solo como una institución de defensa, sino como una oportunidad de vida, preparación y, sobre todo, desde el punto de vista humano.
La elemento López, quien día a día forma parte activa de la vida militar, ofrece una perspectiva única sobre cómo el Ejército Mexicano ha evolucionado a lo largo de los años. Más allá de su función como defensor de la nación, destaca cómo esta institución ha proporcionado oportunidades de crecimiento y desarrollo personal.
«Representar a todo un país es una responsabilidad significativa, pero también es una oportunidad de vida. Ver la evolución del Ejército Mexicano desde dentro es fascinante. Somos más que soldados; somos individuos con vidas particulares, familias y sueños», comenta la especialista en odontología militar.
Dora Elia López, motivada por el legado familiar, revela que su ingreso al ejército fue impulsado por su padre, quien también fue parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en su juventud. «Nunca me imaginé que un día yo podría estar también en las filas siguiendo sus pasos. No es fácil, pero sin duda es muy satisfactorio, y aquí mismo te dan las armas para tu desarrollo y poder llevar una vida en disciplina y orgullo», explica con orgullo.
La dentista militar destaca la importancia de reconocer la humanidad detrás del uniforme. «Cada soldado tiene una historia, una familia, y enfrenta desafíos personales. Es esencial entender que, aunque arriesgamos nuestras vidas por la nación, también somos seres humanos con nuestras propias experiencias».
En este 111 aniversario, Dora Elia López nos brinda una visión valiosa desde el interior del Ejército Mexicano, recordándonos que, más allá de su función como guardianes de la patria, los soldados son individuos comprometidos con un propósito mayor, pero nunca olvidando su humanidad.